Tour Corredor Sur

Muy temprano por la mañana, iniciaremos el recorrido con el recojo desde su hotel para dirigirnos al complejo arqueológico de Pikillaqta, uno de los sitios preincaicos más destacados y mejor conservados del Perú. Este antiguo centro urbano fue desarrollado entre los años 600 y 1000 d.C. por la cultura Wari, originaria de los Andes Centrales (Ayacucho), y se expandió hacia las regiones altoandinas como Cusco y Sicuani.

Pikillaqta destaca por su trazado geométrico, muros de piedra y planificación urbana avanzada, reflejo del conocimiento arquitectónico y tecnológico de los Wari. Este sitio arqueológico ofrece una mirada única al pasado milenario del Perú, anterior al surgimiento del Imperio Inca.

Los pueblos preincaicos que habitaron el Valle del Cusco fueron sociedades organizadas, con vocación agrícola y espiritual, que buscaban dominar los recursos naturales y expandir su influencia cultural. Pikillaqta representa esa etapa de transición histórica, donde el legado Wari contribuyó al desarrollo de lo que luego sería el Imperio más grande del hemisferio occidental: el Tawantinsuyo.

Este sitio es una parada esencial dentro del Tour Corredor Sur, ideal para viajeros interesados en la historia profunda del Perú, la evolución de sus civilizaciones y la riqueza arqueológica que aún permanece viva en el paisaje andino.

La iglesia de San Pedro Apóstol de Andahuaylillas, conocida como la Capilla Sixtina de América, es una joya del arte colonial ubicada en el Valle Sur de Cusco. Su interior, de una sola nave, revela dos etapas constructivas claramente diferenciadas, separadas por el arco toral. La sección más antigua, ubicada en el fondo donde se encuentra el altar mayor, presenta un estilo mudéjar, caracterizado por la fusión de elementos árabes y cristianos. La parte más reciente se sitúa hacia la entrada, lo que explica la presencia de dos púlpitos: uno antiguo bajo el arco toral y otro más tardío en la pared opuesta.

Lo que realmente asombra al visitante es la profusión de frescos barrocos que cubren las paredes y el techo, con motivos geométricos, florales y detalles dorados que envuelven el espacio en una atmósfera celestial. Esta riqueza decorativa, obra de artistas de la Escuela Cusqueña como Luis de Riaño, convierte a Andahuaylillas en un testimonio vivo del sincretismo cultural entre lo andino y lo europeo, y en una parada esencial dentro del Tour Corredor Sur en Cusco.

El Altar Mayor de la iglesia de San Pedro Apóstol de Andahuaylillas es una obra maestra del barroco andino, tallado en madera de cedro y recubierto con pan de oro. En su parte central destaca la imagen en bulto de la Virgen del Rosario, rodeada por un tabernáculo de plata repujada y espejería inferior que refleja la luz natural y la de las velas, creando una atmósfera de recogimiento e iluminación simbólica.

A un costado se encuentra la Sacristía, con una cajonería antigua que resguarda vestiduras litúrgicas bordadas con hilos de metales preciosos. Este espacio también albergaba joyas de gran valor histórico, lamentablemente robadas en 1992 y nunca recuperadas.

El altar está acompañado por capillas laterales y una colección de lienzos anónimos de la Escuela Cusqueña, que narran episodios de la vida de San Pedro en marcos dorados de gran riqueza ornamental. Sobre el arco toral se aprecia un lienzo de la Virgen de la Asunción, atribuido al maestro español Esteban Murillo, que corona el conjunto con una expresión sublime de fe y arte.

El complejo arqueológico de Raqchi, ubicado en el Valle Sur de Cusco, alberga una de las construcciones más imponentes del Imperio Inca: el Templo de Wiraqocha. Esta estructura, clasificada como kallanka por su diseño rectangular y techado a dos aguas, fue completamente cubierta con madera e ichu, alcanzando una superficie de casi 2,500 m².

El templo mide 92 metros de largo por 25.25 metros de ancho, y su muro central —una combinación de piedra finamente labrada en la base y adobe en la parte superior— se eleva actualmente a 12 metros, aunque estudios indican que originalmente pudo alcanzar hasta 16.60 metros. Este muro, de 1.65 m de espesor en la base, estaba flanqueado por columnas circulares de 1.60 m de diámetro y casi 10 m de altura, que sostenían el techo inclinado a 50°, una hazaña arquitectónica sin precedentes en el mundo andino.

Raqchi no solo destaca por su escala monumental, sino también por su profundo significado espiritual. Dedicado al dios Wiraqocha, creador del universo según la cosmovisión inca, este templo fue centro de peregrinación, culto y poder político. Su ubicación estratégica en la red del Qhapaq Ñan lo convirtió en un punto clave para el control territorial y el abastecimiento imperial.

Hoy, Raqchi es una parada esencial dentro del Tour Corredor Sur, ideal para viajeros que buscan conectar con el legado arquitectónico, religioso y cultural del Tahuantinsuyo.